La transhumancia
Si paseas por las montañas del Pirineo en verano, puedes ver un montón de ganado pastando: ovejas, vacas y caballos. Los pastores y ganaderos los tienen bien controlados. Saben en cada momento dónde están (aunque a veces están un buen rato en descubrir dónde se han puesto), regularmente los agrupan para hacer cuidados a quienes lo necesitan. Los animales campan bastante a sus anchas y comen hierba fresca.
A finales de octubre o principios de noviembre, antes de que lleguen las nevadas está la trashumancia. Los animales se desplazan a zonas más bajas para pasar el invierno.
Si pasa unos días por estas comarcas, es muy probable que se encuentre grupos de ganado por la carretera. ¡Es todo un espectáculo!
Y si se lo pregunta a los propietarios de las casas rurales donde se aloja, seguro que le explican muchas anécdotas, y quién sabe, ¡quizás os invitan a participar y todo!
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